Todo cristiano debe tener vida devocional. Es una oportunidad para tener una cita diaria con Dios, esto te permitirá ser cada vez más parecido a Jesús y con la ayuda del Espíritu Santo en tu corazón tu vida cambiara notablemente.
Algunos Consejos
Separa cada día de ser posible a la misma hora, parte de tu tiempo para iniciar tu vida devocional. Procura que sean momentos en que no sufras interrupciones. A algunas personas les ayuda llevar un diario de esta actividad.
Habla con Dios y dale gracias por la oportunidad de leer su palabra, pídele que te guíe y te hable.
Selecciona un pasaje bíblico. (Puedes elegir algún libro de la Biblia como el evangelio de Juan, los Salmos, o algunas de las cartas en el Nuevo Testamento, y comenzar con los primeros versículos para avanzar poco a poco hasta terminar el libro.)
Examina su contenido:
Lee el pasaje completo para formarte una idea de lo que se dice en él.
¿De qué tipo de texto se trata? (¿Una narración o una parábola como las que se encuentran en los evangelios? ¿Una exhortación como las que aparecen en las cartas? ¿Un relato histórico, como los hechos o varios de los libros del Antiguo Testamento? ¿Un poema, como en Cantares, Salmos o algunos pasajes del Nuevo Testamento?
¿Cuál es el tema general del libro en que se encuentra ese pasaje? Lee la introducción correspondiente y las notas que contenga la edición de la Biblia que estés usando.
¿Qué ocurre o se considera en el pasaje leído?
Identifica palabras o frases significativas. ¿Hay alguna palabra o frase que se repite en ese pasaje? ¿Se usa lenguaje figurado, como por ejemplo, una metáfora o alguna comparación? ¿Se contrastan personas, cosas o conceptos?
Lee el pasaje de nuevo y pregúntale cuál es su intención o propósito; o sea, trata de encontrar lo que Dios te quiere comunicar. Debes ser honesto; no intentes descubrir sólo lo que deseas escuchar. En la Biblia se hallan mensajes que pueden transformar las vidas.
¿Qué has aprendido acerca de Dios en este pasaje? ¿Qué has aprendido acerca de la naturaleza humana? Pregúntate cómo este mensaje se aplica a tu propia vida. ¿Hay algo en tu vida que debas cambiar? Si así fuera, busca la ayuda de Dios para ser mejor hijo suyo, en tu relación con él y con el prójimo.
Lee el pasaje una vez más. ¿Hay algún versículo que quieras memorizar? ¿Por qué no lo escribes en una tarjetita y los llevas contigo todo el día para así recordarlo?
Da gracias a Dios por lo que te ha mostrado y pídele su ayuda hoy, cuando trates de aplicar a tu vida la lección aprendida.
Agradece a Dios en oración esta oportunidad y dale a conocer tus peticiones.
Transmite a otras personas lo que hayas aprendido.
Que Dios te Bendiga. Asahel Lugo