viernes, 13 de mayo de 2011

La Lucha contra Gigantes





     Después de semanas de ausencia, estoy nuevamente escribiendo, y por un instante puedo sentir tal vez un poco de lo que el ejercito de Israel sintió al luchar contra los filisteos, al escuchar y ver el reto que fue lanzado por el gigante Goliat, nos había amenzado el gigante, nadie quería hacerle frente, su voz seguramente se escuchaba en todo el valle Efes-damim, se dice que tenía más de 3 metros de altura, experimentado en guerra, sangriento un torre con el objetivo de destruir a los hijos de Dios. Cuantas veces te has sentido cautivo por un gigante de este siglo, hoy en día también quieren destruir a los hijos de Dios, si tomaste una decisión por seguir a Cristo por sobre todas las cosas, vendrán a ti los más grandes gigantes para hacerte desistir. La lujuria, la idolatría, la falta de compromiso en la Iglesia, la flojera, la falta de empleo, la pornografía, el miedo a lo desconocido, la fata de interés en lo importante, la dureza de corazón, tal vez estarás tentado a decir lo que le respondán a Jesús sus seguidores,  le pedirás tiempo para asegura a tu familia, tu carrera, enterrar a tus muertos, tu estabilidad económica (Juan 6:66) estarás en el valle de Efes-damim frente a tí los gigantes. El salmista (23) dice que pasaremos por el valle de la muerte. Sin embargo la esperanza Cristo esta junto a nosotros. David se enfrento sin armadura, sin apoyo de la familia, con la duda del pueblo y la lastima del rey al gigante Goliat. Su fe en Dios, no importa lo que pasaría la única verdad es que Dios esta con el, David le dijo: "Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor *Todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a los que has desafiado." (1 Samuel 17:45 NVI), Hoy puedo experimentar algo de esta escena, ya que estoy enfrentando a gigante durante esta etapa de mi vida, al igual que todos los cristianos enfrentaremos estas batallas, estaremos en el valle, pero confío en la promesa de Dios "De Jehová es la batalla y él os entregará en nuestras manos" (v 46 rv60), no lo olvides. Imagina tener detrás de tí este apoyo, esta confianza. Necesitamos doblar nuestra rodilla y rogarle a Dios que entregue a los gigantes en nuestras manos. Alabale, no se cual es la batalla que estás enfrentando pero no dejes vencerte aferrate de la palabra de Dios. Sigue al Maestro Jesús. ( 1 Samuel 17)

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