Varias veces he escuchado esta pregunta ¿por qué los cristianos tenemos tantas dificultades a lo largo de la vida?, muchos nos preguntamos ¿por qué a veces Dios permite que ocurran dificultades para los cristianos? Y creo que esta muy relacionado con el hecho de la forma en que tomamos decisiones, de sentir esa presión para elegir un camino o elegir sin ninguna responsabilidad con la idea de encontrar una válvula de escape ante el problema, y la mayoría de las veces el resultado no es muy bueno o no fue de mucha beneficio para nosotros. Imagina por un instante mirar desde la perspectiva de Dios nuestras dificultades, identificando el propósito de estas, y lo más importante poder estar seguros de que nuestra elección es la correcta. Y dejar de preguntarnos ¿Dónde encuentro la solución? y vivir después de la dificultad la alegría de haber vencido. Medite recientemente en un pasaje de la Escritura donde Dios permite una gran dificultad para Judá, se trata del cautiverio, El pueblo sería llevado a Babilonia, no había nada que hacer Dios lo había permitido y nada podía cambiar eso. ¿Te resulta familiar ? Si Dios permite que ocurra, nada podrá cambiarlo. Sin embargo Dios habla y da palabra a Jeremías y le dice: Deben someterse a Nabucodonosor rey de Babilonia, sufrirían el cautiverio pero vivirían. No deben quedarse en Jerusalén por qué morirían. Imagina al pueblo escuchando esta orden, ¿Cuántos pensarían en ir y cuántos en quedarse?. Lo mismo que un cristiano cuando tiene que decidir algo, existen más de dos caminos y la dificultad no es elegir el correcto. Sino elegir el camino que Dios nos ha preparado, a esto se le llama seguir su voluntad. Aunque es difícil de entender, al obedecer Su voluntad, experimentamos el milagro de la restauración. Dios guarda y bendice a los que obedecen Su palabra. Dios tiene mayor interés en nuestra santidad, que en la felicidad, solo hay un camino perfecto que seguir es Dios. Escuchar la voz de Dios es una decisión. Jeremías 24:1-10.
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