jueves, 29 de julio de 2010

Los planes de Dios y los nuestros

Recientemente leí esta pregunta ¿Porqué no nos damos cuenta que de que siempre es mejor hacer las cosas a la manera de Dios? Pensamos que la confianza en nuestra experiencia o en la intuición podrían ser garantía de alcanzar buenos resultados. Pero la mayoría de las veces no es así, muy a menudo el pensar que tenemos lo bueno no quiere decir, que se trata de lo que Dios había reservado para nosotros ya que lo bueno nunca será como estar en lo "mejor" que Dios nos tenia preparado, esa es la diferencia al hacer las cosas a la manera de Dios. Un ejemplo es la liberación del pueblo de Israel en Egipto Dios había llamado a Moisés para esta tarea, sin embargo la Biblia dice en Éxodo 2:11-15 que Moisés miro una injusticia que ocurría con un Israelita, no estuvo de acuerdo y tomo justicia por sus propias manos dando muerte al egipcio, esto lo llevó a huir al desierto, para cuidar ovejas y reencontrar la voluntad de Dios durante 40 años. Trató de adelantar la voluntad de Dios. Hasta que Dios le mostró el tiempo adecuado los detalles de su voluntad en la importante tarea de liberar al pueblo de Israel. El pueblo fue liberado sin ninguna muerte de Israel, incluso con al entrega de plata y oro por parte de Egipto, esto es hacer las cosas a la manera de Dios. El seguir la voluntad de Dios, sumándonos a donde ya esta trabajando es garantía de éxito. Pienso en la forma en que la mayoría de nosotros manejamos nuestros planes dejando fuera al que es el dueño de ellos. Sin pensar nos dirigimos a un inevitable viaje al desierto espiritual, donde podríamos pasar años y años hasta reconsiderar seguir la voluntad de Dios en nuestra vida, viviendo las consecuencias de nuestros planes sin Dios. Ajustar nuestra agenda a la suya alcanzaremos la promesa del Salmo 81:13-14 "Si mi pueblo tan sólo me escuchara, si Israel quisiera andar por mis *caminos, ¡cuán pronto sometería yo a sus enemigos, y volvería mi mano contra sus adversarios!" Obedecer y seguir lo que espera de nosotros nos garantiza los mejor para los planes de Dios en nuestra vida.

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