viernes, 17 de septiembre de 2010

La Biblia nos enseña que Dios tiene cosas preparadas mucho mejor de lo que nosotros la mayoría de las veces le pedimos, algunas veces estamos constantemente pidiendo al Señor nos responda específicamente, pero Dios nos da otro caso ¿Qué hacer? Obedezcamos, la Biblia dice: "Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, 21 ¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén." (Efesios 3:20-21) debemos ser sabios cuando Dios nos responde y dirigirnos y seguir los que Dios nos esta mostrando. ¿porqué hacerlo? Tal vez hemos experimentado muchas veces que nuestra petición tarda en ser respondida y no como esperábamos, esa es la oportunidad de obedecer a Dios, por esa razón la Biblia dice: "10 Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios. 11 En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del *ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios. 12 Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido." (1 Corintios 2:10-12). El tiempo seleccionado por Dios siempre es el apropiado y el mejor. Después de orar, debemos estar muy alertas y concentrados en las respuestas o la indicaciones que Dios no estará dando a lo largo del día o del tiempo, para identificar como es que Dios nos esta respondiendo. Un asunto muy relevante son los "Momentos de Silencio de Dios" ¿Lo hemos experimentado? ¿Haz leído lo que ocurrió con Lázaro? "1 Había un hombre enfermo llamado Lázaro, que era de Betania, el pueblo de María y Marta, sus hermanas. 2 María era la misma que ungió con perfume al Señor, y le secó los pies con sus cabellos. 3 Las dos hermanas mandaron a decirle a Jesús: «Señor, tu amigo querido está enfermo.» 4 Cuando Jesús oyó esto, dijo: «Esta enfermedad no terminará en muerte, sino que es para la gloria de Dios, para que por ella el Hijo de Dios sea glorificado.» 5 Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6 A pesar de eso, cuando oyó que Lázaro estaba enfermo, se quedó dos días más donde se encontraba. 7 Después dijo a sus discípulos: —Volvamos a Judea. 8 —Rabí —objetaron ellos—, hace muy poco los judíos intentaron apedrearte, ¿y todavía quieres volver allá? 9 —¿Acaso el día no tiene doce horas? —respondió Jesús—. El que anda de día no tropieza, porque tiene la luz de este mundo. 10 Pero el que anda de noche sí tropieza, porque no tiene luz. 11 Dicho esto, añadió: —Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy a despertarlo. 12 —Señor —respondieron sus discípulos—, si duerme, es que va a recuperarse. 13 Jesús les hablaba de la muerte de Lázaro, pero sus discípulos pensaron que se refería al sueño natural. 14 Por eso les dijo claramente: —Lázaro ha muerto, 15 y por causa de ustedes me alegro de no haber estado allí, para que crean. Pero vamos a verlo. 16 Entonces Tomás, apodado el Gemelo,388 dijo a los otros discípulos: —Vayamos también nosotros, para morir con él. 17 A su llegada, Jesús se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. 18 Betania estaba cerca de Jerusalén, como a tres kilómetros389 de distancia, 19 y muchos judíos habían ido a casa de Marta y de María, a darles el pésame por la muerte de su hermano. 20 Cuando Marta supo que Jesús llegaba, fue a su encuentro; pero María se quedó en la casa. 21 —Señor —le dijo Marta a Jesús—, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. 22 Pero yo sé que aun ahora Dios te dará todo lo que le pidas. 23 —Tu hermano resucitará —le dijo Jesús. 24 —Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final —respondió Marta. 25 Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; 26 y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto? 27 —Sí, Señor; yo creo que tú eres el *Cristo, el Hijo de Dios, el que había de venir al mundo. 28 Dicho esto, Marta regresó a la casa y, llamando a su hermana María, le dijo en privado: —El Maestro está aquí y te llama. 29 Cuando María oyó esto, se levantó rápidamente y fue a su encuentro. 30 Jesús aún no había entrado en el pueblo, sino que todavía estaba en el lugar donde Marta se había encontrado con él. 31 Los judíos que habían estado con María en la casa, dándole el pésame, al ver que se había levantado y había salido de prisa, la siguieron, pensando que iba al sepulcro a llorar. 32 Cuando María llegó adonde estaba Jesús y lo vio, se arrojó a sus pies y le dijo: —Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. 33 Al ver llorar a María y a los judíos que la habían acompañado, Jesús se turbó y se conmovió profundamente. 34 —¿Dónde lo han puesto? —preguntó. —Ven a verlo, Señor —le respondieron. 35 Jesús lloró. 36 —¡Miren cuánto lo quería! —dijeron los judíos. 37 Pero algunos de ellos comentaban: —Éste, que le abrió los ojos al ciego, ¿no podría haber impedido que Lázaro muriera? 38 Conmovido una vez más, Jesús se acercó al sepulcro. Era una cueva cuya entrada estaba tapada con una piedra. 39 —Quiten la piedra —ordenó Jesús. Marta, la hermana del difunto, objetó:—Señor, ya debe oler mal, pues lleva cuatro días allí. 40 —¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios? —le contestó Jesús. 41 Entonces quitaron la piedra. Jesús, alzando la vista, dijo:—Padre, te doy gracias porque me has escuchado. 42 Ya sabía yo que siempre me escuchas, pero lo dije por la gente que está aquí presente, para que crean que tú me enviaste. 43 Dicho esto, gritó con todas sus fuerzas:—¡Lázaro, sal fuera! 44 El muerto salió, con vendas en las manos y en los pies, y el rostro cubierto con un sudario. —Quítenle las vendas y dejen que se vaya —les dijo Jesús." (Juan 11: 1:44) Jesús amaba a Martha y a María, por supuesto también a Lázaro, sabía lo que estaba pasando, pero esperó y regreso a Betania, esta fue la oportunidad que ellas tuvieron de conocer al Maestro como la resurrección y la vida, estaban lista para otro nivel, esto fue la oportunidad de revelarse como jamás habían conocido. Si tu relación con Dios es buena (Libre de pecado) y no recibes aún la respuesta, Dios te revelará algo mejor, donde lo más importante será conocerlo mucho más, así que adopta una posición de Fe y confía en Dios. ¿Cómo es tu oración? Medita en esto y reconoce a Dios como Soberano, entrega tu vida a Cristo y permítele Bendecirte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario